Empiezo contándoos que Stephen King es uno de mis autores preferidos, con lo que tal vez
mi reseña no sea de la más imparcial. Me encanta este autor, lo considero un
genio de imaginación desbordante, con muchísimas ganas de sorprender, atrapar e
informar a sus lectores. King se documenta
profundamente antes de escribir una novela y eso queda muy patente en la novela
de la que hoy os hablaré.
Además, sus personajes son tridimensionales y
completos, tienen un pasado, un presente y un futuro, tienen una historia y un
carácter, una ideología y una profundidad que no podemos observar en personajes
de otros autores. Si os intentáis posicionar en la situación de muchos de sus
protagonistas, observaréis que sería muy lógico tomar las mismas decisiones que
ellos toman y eso demuestra que el conocimiento que tiene King de la psique humana es profundo y sabe crear momentos que nos
colocarían a todos en una situación límite.
Su descripción y narración te introducen en la
lectura y hace que te sea difícil dejar de leer. Es fácil introducirse en su
mundo y dejarte guiar por sus palabras hacia el interior de su historia, de su
mundo, de su visión del entorno.
Sin más dilaciones, que ya han sido muchas, os
desvelo un poco esta novela tan maravillosa, intentando no revelaros nada
importante para no destriparos la historia.
El protagonista de esta historia es Jake Epping,
profesor de inglés en Lisbon Falls, pequeña población de Maine (¡cómo no!). Un
día Jake es sorprendido por su amigo Al, propietario de una hamburguesería del
barrio, cuando le revela que en el almacén de su negocio hay una puerta que
conduce a todo aquel que la cruza al Lisbon Falls del 9 de septiembre de 1958.
Al acompaña esta revelación con una gran petición que puede cambiar la historia
tal como la conocemos, Jake debe adoptar una nueva personalidad bajo el nombre
de George Amberson, cruzar esa puerta a 1958 y seguir el rastro de Lee Harvey
Oswald, con el objetivo de evitar el atentado que, cinco años después, acabaría
con la vida del presidente John Fitzgerald Kennedy.
Recientemente Jake también había sido influenciado
muy profundamente por una redacción de uno de sus alumnos de las clases
nocturnas para adultos con las que obtenía un sobresueldo. Harry, autor de
dicha redacción, narraba los sucesos acaecidos cincuenta años atrás, aquella
horrible noche cuando su padre volvió a casa y mató con un martillo a su madre
y sus dos hermanos, dejándole a él lisiado y sólo de por vida.
¿Tomará Jake la decisión de volver a 1958, 50 años
atrás, y cambiar la historia? Y si lo hace, ¿podrá lograr su objetivo? El
efecto mariposa de un cambio en el pasado puede afectar al futuro de muchas
maneras, a veces este efecto debe compensarse, en ocasiones ni siquiera puede
cambiarse, no fácilmente al menos. El pasado es obstinado, el pasado no quiere
ser cambiado. ¿Con qué dificultades y obstáculos se encontrará Jake?
Si deseáis averiguar más de esta trepidante
historia, deberéis leer vosotros mismos el libro. Un libro que, os prometo, os
enganchará y sorprenderá, un libro que os trasladará a otro momento histórico
con todo lujo de detalles, a otro mundo, a 850 páginas de soberbia redacción,
narración e imaginación. No es la mejor historia de Stephen King, pero desde luego es una obra genial, como todas sus
novelas.
¡Os deseo una feliz lectura!
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